a Gloria, que me entiende
amiga,
y yo pensando que eso no exsitía,
y tú pensando en la palabra miedo,
que ahora también es mía
a veces estas rota y me rompes
a veces estoy roto y te rompes
y luego nos rompemos y nos arreglamos
y nos reímos y nos lloramos,
a las pocas, nos abrazamos
y tus abrazos me saben a años,
y eso que apenas ni medio ha pasado
de cuando nos asustamos con las primeras palabras,
recurrentes coincidencias,
caricias a la empatía,
amiga,
aunque no la veas,
me cura tu alegría,
que a la vez es como la mía
pero sin embargo está escondida
por mi especie de qué se yo,
cierta alergia a esta vida.
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