lunes, 18 de febrero de 2013

"Tus mil colores"

Azul, rojo,
y curvas de mil colores
con laberintos dibujados al detalle.

Me eres puro viaje, me digo.

La imagen se detiene,
y el resto de animales,
árboles
y algún vaso de cerveza,
desaparecen estando,
como borrándose poco a poco

porque yo me vuelvo un ignorante de ellos por capricho.

Sólo un rostro en mi cabeza,
mientras los colores empiezan a moverse
haciendo que me sienta parte de ellos.

Parpadeos, y tu mirada con sabor a campos de centeno.

Respirar acelerante, y tu sonrisa regándome los ánimos.

Miradas fijas, y por una vez de mi alguien ha hecho un nudista al instante.

Y ya no quiero dar la vuelta
ni sentarme a esperar la guagua,
quiero vivirte dentro hasta la penúltima neurona,
comerte el mundo,
sentirme caracol viajero de tu cuerpo,
y acampar en tu piel, así, despacito,
para no perder el rumbo.

Ir descubriéndote las pinturas
y tu voz,
que se me desvive en cada palabra por el tiempo,
que tal vez es poco,
-pero no importa!-
el que nos permite que pudieran coincidir nuestras pisadas
-pero no importa!-.

Y tus labios creándose significados
     y ya nos volvemos locos
          agarrándonos y soltándonos
     para vernos de cerca y de lejos.

Y yo me alegro de compartir locura,
algo de circunstancia
pero sobre todo momento,
     mucho más,
     momento.

Algo de rabia y tirarnos de nuestros propios pelos mirando al cielo,
por eso de las circunstancias y los océanos.

Instante, todo instante, y el baile de sudarnos en nuestras afinidades,
de ahí eso de que me eres como puro viaje,

porque tus ojos me sonríen
y me basta con oírlos,

por una vez escribo desde la alegría

gracias
a que lo hago sobre el color del papel con el que escribe el mundo,

y su nombre en femenino.

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