No puedo mirarte, y no llorar
a lagrima perdida por el Guadalquivirtengo miedo de la próxima canción,
que se nos parezca
y nos haga temblar;
pero cuando veo paraísos en tu pelo,
no tengo miedo de vivir allí.
Nos imagino pintores
de vidas,
e inventarnos a cada poro
para vivirnos en cada paso,
a veces sucede
y no se puede parar,
porque ya nada duele
y vivo el mejor orgasmo emocional.
Mil noches con caricias de palabras,
reviviendo aquella
y para mi
ya nada es igual.
Y eso de volar...
nunca pensé que fuera tan en serio
ni tan alto.
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