sábado, 21 de diciembre de 2013

Poemas perdidos 2. Aprender-enseñar.

Eso de que hay profesores que te marcan el camino es un lugar común
sin el más sentido común de la voluntad del que quiere perpetuar la norma
y viajar del tirón con su ego al cielo sin más tormento 
escuchar aplausos hasta por megafonía sin saber que su camino para ti está lejos.

Luego
hay quien deja cavado el hoyo para que plantes la semilla
hay quien deja la semilla y a tu voluntad que ella germine y cómo

marcan un sendero tan transversal que en su primera vista
te remoja una sensación de estar perdido
pero también te alimenta de capacidad de supervivencia en el caos

un extraño caos que te es desconocido pero crees haber vivido
visto
o al menos percibido

y en su momento lo disfrutas porque a pesar de todo amas dicho imaginario
y te entusiasmas por el amor al desorden ordenadamente desordenado
y la bola de hilos con la que como gato en permanente acecho juegas

se hace más y más grande en más nudos y muchas más conexiones.

un día se te olvidan fragmentos y ves humo al fondo
niebla fiera niebla densa niebla fría niebla riendo aguas cristalinas
hasta que nace entre retales algún concepto y pones forma a los argumentos

mientras revives algún momento
y rememoras la cordura como aquel suelo que pisabas a lo lejos
y entiendes por fin que es por el caos tu vivencia del recuerdo.

La alegría de emocionarse en el proceso
como punto de partida al pensamiento

al igual que el todo es más que la suma de las partes
la enseñanza es más que el mero proceso consciente de aprendizaje.

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