Y pasa que unas cuantas mañanas a la semana
me hallo víctima de cierto tipo de amanecer.
Y entonces pasa esto:
"tienes los ojos
rotos,
hijo"
ya mamá,
mi afición de romperme
en mil insomnios,
cada noche,
cuando abuso
de eso que mis adentros llaman
el dolor del inconforme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario